No es la primera vez que os lo cuento (ya hemos pasado juntos estas fechas varias veces), pero por si hay algún despistadillo, repetiré: últimamente el espíritu navideño me había abandonado y, sin embargo, este año resulta que todavía no estamos a mediados de Noviembre y yo estoy ya pensando en las Fiestas, no por las vacaciones, que conste. Me alegra, porque esto de ser el Grinch de la familia estaba empezando a cansarme.
Sea por lo que fuere, aquí estoy mirando decoraciones navideñas. El tiempo no acompaña mucho (inconveniente número 2 de vivir en Canarias), pero estoy deseando que llegue diciembre para poner los adornos. Y como siempre, mi disyuntiva: ¿Navidad minimalista? Hace dos años no me apetecía un árbol al uso, lo veía como algo tradicional y recargado, sin embargo este año me gustaría disfrutar de una Navidad cálida. Ya veremos qué sale. Pero mientras comparto unas fotos, porque minimalismo y Navidad se pueden combinar perfectamente.
Hola Kari. Gracias por el comentario, pero no hago esos intercambios.
ResponderEliminarUn saludo