lunes, 27 de enero de 2014

El tiempo entre costuras

No, no tiene nada que ver con el libro, ni con la serie. De hecho, tengo el libro desde hace unos años y no he podido leerlo. Me lo regaló mi hermana (Carla siempre con sus regalos culturales que tanto agradezco), pero no le pillé el punto y aborrecí a la protagonista. Aj

Total, que lo que pasa es que se me han llevado el sofá y estoy a la espera de que me retapicen el mío. Mientras tanto me han dejado uno y así está mi salón. Ah, aprovecho y os enseño mis nuevas adquisiciones. Y definitivamente, no va a haber ninguna nueva incorporación: ni mesita para el sofá, ni nada, que estoy viendo cada vez más cerca una posible mudanza. 







jueves, 23 de enero de 2014

Puntualidad británica...

Os he hablado (y enseñado) de mi pizarra. Ya haré un post en condiciones tipo how it's made, pero por ahora os adelanto cómo vamos cambiando la decoración con este elemento tan creativo.


miércoles, 22 de enero de 2014

"Zafarrancho de combate"

En casa (la materna) usamos esta frase para designar la limpieza profunda semanal. Cada semana limpiábamos en profundidad la casa. Sin embargo, por más que limpies siempre hay cosas que están fuera de su sitio, que no terminas de arreglar o poner bien. Inspirada en lo que en Apartament Therapy han denominado "The January Cure", yo he creado mi "Home Cure" para terminar de una vez todas esas cosas que quedan a la mitad y que van más allá de la "limpieza semanal". Incluye un poco de todo: rellenar el agujero que dejaste al quitar ese cuadro, repintar la zona de los interruptores que tanto se ensucia, ordenar los cajones en los que dejas las cosas que no sabes dónde poner, pegar el jarrón que se te cayó hace cinco meses y que tienes arrinconado porque nunca recuerdas comprar pegamento.

Sólo necesitas papel, lápiz y un día del fin de semana por estancia. La idea es ir a "lo gordo", de ésta arreglamos unas cuantas cosas y dentro de seis meses repetimos, que no somos esclavos de nuestros hogares. Ahora recorre la casa, habitación por habitación y apunta lo importante.

En mi caso:
  1. Recibidor: arreglar el zócalo, fijar el cable del teléfono y pintar de blanco algunos desperfectos.
  2. Cocina: arreglar uno de los cuadros de cubiertos (tengo una cuchara suicida que ha pasado de la silicona y se ha tirado al vacío), anclar la estantería a la pared y buscar una solución a la ventana (estor, panel, vinilo adhesivo...).
  3. Cuarto de estar (sí, obviando el sofá que se depelleja y que me impide disfrutar de mi casa): fijar el cable del teléfono, fijar los cables que van por el techo, lavar y planchar las cortinas y buscar un mueble auxiliar para mi teléfono.
  4. Pasillo: nada que hacer.
  5. Cuarto de baño de I: arreglar el plafón.
  6. Cuarto de baño de Y: nada que hacer.
  7. Dormitorio: pintar los ángulos, limpiar la pintura del suelo y tunnear el baúl tecnológico.
  8. Vestidor: regular la altura de las puertas de los armarios, poner uno de los tiradores, poner el imán al espejo, poner tiradores al zapatero y buscar una solución de almacenaje para mis bolsos.
  9. Cuarto de estudio: nada que hacer, aparte de terminar de vacíar "la bolsa de las bolsas".

Además, el día que nos metamos en una habitación, hay que limpiarla a fondo: sí, en los aparadores cerrados también entra el polvo y los rodapiés cogen porquería sin cesar.

Ahora viene lo peor: hacerlo. Pues nada, coges la lista, compras todo lo que necesites y reserva un día. Y no remolonees mucho, la idea es quitárselo de encima rápido, no estar arrastrando este proyecto hasta el año que viene.

jueves, 16 de enero de 2014

El fantasma de las Navidades pasadas...

Este año se me han pasado las Navidades sin enseñaros la decoración. Quería algo discreto, con clase, vamos, algo parecido a todas esas fotos preciosísimas que veo por internet, pero habiendo aceptado mis limitaciones, me quedé contenta con el resultado.

Aunque quería un árbol natural, al final pasamos de él. Pero, porque siempre hay un pero, durante estas vacaciones hemos realizado un proyecto que teníamos pendiente en el recibidor y que nos ha servido para suplir el icono navideño por excelencia.

Por otro lado, he ampliado mi colección de adornos navideños con la incorporación de algunas bolas, poca cosa, pero creo que bien escogida. Y unas plantas, que algo verde nunca viene mal.

Espero que os guste y que hayáis disfrutado de estas fiestas tanto como yo.

Os pido disculpas por la calidad de las fotos: están hechas con el móvil.








(Esto es lo que había antes de poner la pizarra)



(Simplemente es una pizarra sujeta a una estantería, para que no se vean todos los aparatejos tecnológicos).