miércoles, 30 de diciembre de 2009

Sillas para mi comedor

En este caso es un salón-comedor, de tamaño moderado, en el que sólo pensamos desarrollar dos actividades: disfrutar de nuestro proyector e invitar a amigos y familiares para comer o cenar. Nada de zonas de estudio, lectura, almacenaje.... Sólo queremos un sofá cómodo y una mesa amplia.

Con las paredes pintadas de gris muy claro, un sofá de la casa Dellhom,  la mesa NY (ambos productos adquiridos en La Oca), ahora nos toca decidirnos por las sillas.


En un principio buscábamos sillas con asientos de piel negra y patas cromadas: apuesta segura. Pero entonces empiezan a mostrarte catálogos con diseños y materiales diferentes y lo que hasta ahora te gustaba, te resulta insulso, convencional. Pero parecen apuestas arriesgadas: donde te dicen "polipropileno", tú ves plástico; cuando te hablan de "un icono", tú ves un asiento... Y cuánto más miras, más te abres a nuevas ideas y tendencias.


Nosotros nos hemos decantado por la silla Panton producida por Vitra. Rechaza imitaciones: las originales no tienen nervaduras en la parte trasera y son mucho más cómodas. Ésta, vs el modelo Panton Classic, es mate y mucho más económica. Aún así, más que cuatro sillas tienes cuatro esculturas en el salón de tu casa.


No obstante, y por bonita que me parezca la silla Panton (infinitamente más el modelo Classic), he de admitir que yo me habría decantantado por casi cualquier modelo de Philippe Starck. Modelos como Dr. Yes, Mr. Impossible, Miss Lacy, Lago, Luis Ghost., Mademoiselle.. Producidas por Kartell o Driade. Si tuviera que elegir, creo que me quedaría con el modelo Master.


La miro y me quedo sin palabras.

Santa se ha acordado este año de mi

Me encanta hacer regalos, también recibirlos, pero lo mejor es hacerlos, sobretodo si consigues que sea sorpresa. Este año lo he conseguido: la reedición de las "Converse weapon" (las que usó Magic Johnson en Los Lakers en 1986) ha conseguido dejar a mi novio boquiabierto. Sólo le ha faltado dormir con ellas puestas.

En casa de mis padres es costumbre pedirle los regalos a Los Reyes Magos, el caso es que con mi hermana viviendo fuera, hemos tenido que cambiarlo para coincidir todos, que, al fin y al cabo, es lo mejor de estas fiestas. Y he debido ser muy buena, porque el día 25 me esperaban 4 libros y dos perfumes.

"El club de los viernes" y la secuela, "1080 recetas de cocina" de Simone Ortega y "Boss Orange" de Hugo Boss, de parte de mis padres. Hippy Fizz de Moschino de parte de la madre de de mi novio. No me puedo quejar, la verdad.


Además, mi hermana me ha adelantado el regalo de mi cumpleaños porque no estará aquí para poder dármelo: Versene de Versace. 

¡En el 2010 voy a oler de maravilla!

SOS o cómo cubrir las ventanas de mi salón

Recuerdo haber escuchado a mi madre y a mi tía hablar de anchos por largos, ver cómo sacaban la máquina de coser y tener unas cortinas nuevas. ¿Cómo iba a pensar que resultaba tan difícil decidirse? He hecho lo de siempre, es decir, definir necesidades: en el salón-comedor hay dos vanos: uno de una ventana de 1'25 m de largo y otro de una puerta corredera de 1'65 m. No tenemos persianas y necesitamos que la estancia quede oscura para poder usar el proyector de día.

Me gustan los paneles japoneses por sus lineas rectas y su poco impacto visual, pero no sé si es algo que terminará pasando de moda y en el caso de decantarme por esta opción tendría que usar un estor para quitar la luz sobrante, porque usaría una tela tipo visillo para los paneles.

Otra opción es la de los paneles verticales, que puedes abrir, orientar o cerrar totalmente y que al recogerlos apenas ocupan espacio. Había desechado la idea porque era un elemento que asociaba a las oficinas, pero he echado un vistazo y ofrecen muchos materiales y acabados, además de la gran ventaja de su fácil mantenimiento.

martes, 29 de diciembre de 2009

Mi recibidor sin restricciones

Hasta ahora nunca me había zambullido en el maravilloso mundo de la decoración; alguna incursión discreta, pero nada más. Y casi me arrepiento de haberlo hecho: hay diseños tan maravillosos que podrías simplemente sentarte a observarlos. No necesitas esculturas ni cuadros si tienes una silla Panton Classic, o una lámpara de pie Arco... No son muebles, es ARTE, sí, con mayúsculas.

Hasta hace poco me habría conformado con ir a Ikea, comprar y montar mi casa. Digo "hasta hace poco", como si en realidad no tuviera que hacerlo: no queda más remedio que comprarse un estante Lack acompañado de una pantalla Stycke, pero sabes que existe la serie Charlie de la diseñadora Claire Davies producida por Rafemar y la lámpara Caboche de Patricia Urquiola, por mencionar algunos de los productos ante los que he caído rendida.

Como no puedo pagar los más de 900€ que vale la Panton Classic o la silla Sign de MDF, me conformaré con la revisión de la silla Panton de 1999, bastante más económica que la Classic, porque lo único que tengo claro es que no quiero imitaciones (por lo menos nunca compraré una sabiendo que lo es): cada diseño es el sueño de alguien, el desarrollo de una idea original. Si no puedo permitírmelo, no compraré nada que lo usurpe.




miércoles, 23 de diciembre de 2009

Mi cubo de basura

En la cocina me faltan un montón de detalles, algunos más importantes que otros: desde un cubo de basura, hasta un reloj, pasando por algún vinilo decorativo...

Empecemos por lo último: los desperdicios. El cubo de basura no tiene por qué ser un elemento relegado a una esquina, que se esconda tras unas puertas, puede tomar protagonismo.
  
El primer modelo lo venden en La Oca por 24'30€ (según su página web). Le veo un problema y es que tienes que tener otro cubo para los desperdicios orgánicos. El segundo modelo tiene hasta nombre: "Binvention" y es un diseño de Sprout Design; su precio 65'00€ aprox. El tercer modelo, también con nombre propio (Urbano), no tiene compartimentos, pero además de cubo de basura sirve para almacenar las bolsas de plástico: sólo hay que introducir las asas por las hendiduras y desplazarlas hacia abajo, así cuando quites la bolsa llena, sólo tendrás que subir la siguiente. El precio varía según el color entre $20'00 y $25'00.  El último modelo fue concebido como cubo de agua y lámpara de jardín, pero bien podría hacerse un sitio en nuestra cocina. Su precio $67'69.




Seguro que encontrarlos es "misión imposible".

Color y luz para mi recibidor

Definitivamente va a ser de color gris claro. Y por ahora voy a dejar las lámparas que tengo.

El colgador no sé si negro o blanco. Nada de alfombras

Muebles para mi recibidor

Sé lo que quiero:
1-. Una balda volada que tenga un cajón integrado que sirva de "vacía-bolsillos". El color de la balda: seguramente blanco.
2-. Un espejo sobre la balda.
3-. Un colgador en la pared opuesta a la balda que sirva de elemento decorativo.

¿Qué os parece?


La balda no sería exactamente esa, pero es la idea. Si no encuentro lo que busco, lo encargaré. El espejo es el modelo Godmorgon de Ikea: me gusta la idea de que no lleve marco y es económico.

Posibilidades:


Me parece que la segunda opción da una mayor sensación de orden: centrados el mueble y el espejo a la pared.

Para la pared de enfrente había pensado poner un perchero/colgador largo. He encontrado uno que me gusta mucho: "Wave Hanger" de la diseñadora Nanni Holen y producido por Design House Stockholm Gallery. Su precio: 60€ aprox.


El recibidor quedaría más o menos así:


martes, 22 de diciembre de 2009

Mis cuatro paredes

Ésta es la planta de mi casa.


¿Por dónde empezamos? Vamos a hacerlo por la entrada: es la primera impresión. Cada estancia de la casa tiene que cumplir con una función determinada y requiere de elementos distintos. El recibidor es el lugar al que llegamos y del que partimos, así que ¿qué necesitas tener a mano? Voy a enumerar nuestros requisitos:

... Yo siempre llevo el bolso. Eventualmente utilizo chaquetas o abrigos y de forma muy esporádica paraguas (es lo que tienen las Islas Canarias). Lo único que dejo a parte son las llaves de casa.

... Él vacía sus bolsillos al llegar a casa: la carterla, todas las monedas sueltas, las llaves, el móvil, la blackberry...

... A los dos nos gusta saber qué aspecto tenemos antes de salir.

Y todas estas necesidades las deben cubrir muebles que no aporten demasiada carga visual. Además, no quiero las paredes blancas (he mencionado que las mías tienen gotelé, ¡ay!). Pero él lo dejaría todo blanco... Yo todo lo soluciono con el gris: es mi color.

Al final del pasillo hemos colocado una vitrina "Detolf" (sí, con ese nombre sólo puede ser de Ikea), pero en color rojo brillante y anclada a la pared con unos ángulos, de forma que queda bastante alta.


Por ahora tenemos el estante de pared "Lack" en color marrón-negro justo en la entrada. Y en los dos focos de luz hemos colocado la pantalla "Stycke" (el modelo de la ciudad). El resultado no me gusta, pero no sé cómo arreglarlo.

lunes, 21 de diciembre de 2009

¿Cómo quieres que sea tu hogar?

Nosotros nos hicimos esa misma pregunta. Fue lo primero que definimos. Terminamos cansados de estanterías repletas de libros que se llenan de polvo y transmiten una sensación de desorden. Hartos de un mobiliario con hendiduras, tiradores, superficies rugosas. Hastiados de los colores vivos en las paredes que te limitan a la hora de elegir otros elementos decorativos. No queríamos eso para nuestra nueva casa. A mi novio sólo le salían dos palabras: nimble (ágil, ligero) y slik (liso).

Cada uno ha de responder a esta pregunta por su cuenta, porque no importa cómo vean nuestra casa los demás, ni qué les transmita. Es nuestro hogar y los únicos que tenemos que sentinos bien somos nosotros. Así que decide qué es lo que quieres, qué sensación necesitas experimentar al llegar a tu casa. Nosotros lo tenemos claro: ver estanterías despejadas, colores neutros (mi novio se decanta por el blanco), superficies lisas, espacios diáfanos. Ése es nuestro "hogar".

Así que tómate un momento, cierra los ojos, imagínate relajado, tranquilo, sentado en un sofá y mira a tu alrededor. ¿Qué ves? De esta forma tu casa será perfecta, elijas el estilo que elijas.

Una nueva casa

Por fin hemos abandonado nuestra "solución habitacional": 45 m2 atestados de muebles lacados en blanco con toques dorados. La nueva casa (también alquilada) no es exactamente lo que buscábamos, pero desde luego, visto el mercado inmobiliario, supera con creces nuestras expectativas. Además, el propietario del piso es un hombre encantador (+).

Así que por primera vez nos enfrentamos al reto de "llenar" una casa vacía, de hacer de todas esas paredes un hogar. Y qué difícil resulta.

La idea de este blog surge de mis propias necesidades y limitaciones. Ahora, por ejemplo, me doy cuenta de que hemos cometido un montón de errores: en la vida todo es aprender.

1-. No hemos pintado la casa antes de entrar a vivir. Las prisas nos disculpan un poco, pero habría sido más sencillo pintar las habitaciones antes de haber metido los muebles.

2-. No hemos calculado bien el tamaño de los muebles en relación a las proporciones de la vivienda.

3-. Hemos comprado algunos elementos sin haber considerado las estancias como "conjunto".

Y eso, que hemos meditado cada decisión que hemos tomado: medimos el piso para tener un esquema de la planta, hemos usado simuladores para colocar el mobiliario... Sin embargo, las cosas no terminan de quedar como lo he imaginado.

Tengo que empezar desde el principio. ¿Alguien se apunta?