Da igual lo que te digan de las reformas, nada te prepara para lo que supone una en carne propia. Al menos la primera. Quiero pensar que si hiciera otra, con lo que sé ahora tras la experiencia traumática vivida, todo sería distinto.
¿Os acordáis de mi piso de alquiler? Ése por el que comencé este blog allá en el 2009... Pues ahora es mío :) Bueno, casi, es más bien del Banco, los próximos veintipico años, al menos.
La cosa es que tras hacer "mío" el espacio después de romper con mi novio de toda la vida, pasé un período de luto. El luto a los treinta y pico largos, cuando te dejan por una de veintitrés y se articula por Tínder es una mierda. Yo os aviso por si mis cagadas os ahorran una orden de alejamiento. Ahora miro hacia detrás y me doy cuenta de que lo hice todo mal. T O D O. Creo que deberíamos hacer como los americanos (al menos los de las películas estadounidenses que veo, que montan grupos de autoayuda para todo) y crear grupos de solteras a partir de los 35. Ahora con 43 pienso en las de 35 con ternura, como si tuvieran toda la vida por delante (hasta las de 43 tenemos toda la vida por delante, la que queda, claro), pero cuando tienes esa edad, te deja tu pareja, te enteras al mes de que está con una de 23 y de repente te pones a hacer cálculos complejos de los óvulos disponibles que te quedan para crear esa vida maravillosa que se supone que te esperaba y que debía incluir algún churumbel (por qué si no, para qué narices has venido a este mundo), tienes un concepto de la edad y de ti misma distinto... Como de decrepitud.
Sí, de repente ya no te da tiempo de nada, te has convertido en una arrocera sin arroz. Hale. Y llega Tinder, un montón de mensajes de desconocidos que están deseando enviarte fotos de sus partes tras el primer "qué tal", o que te cuentan sus propias desgracias con sus ex (con un poco de suerte son las madres de sus hijos), o que se describen a sí mismos como cuando tenían quince años menos (quizá con la intención de que no notes la calvicie al verlos). Oye, que seguro que el Tinder masculino está lleno de mujeres así, no lo sé, a mí lo que más me repitieron fue "eres igual que en la foto". Imaginad el nivel.
Total, que pasan los años y lo que tú creías que iba a ser un Kitkat rapidito se convierte en una baguette de nocilla, de ésas que merendábamos de niños. Y eso en el mejor de los casos, que puede que te toque la de tableta de chocolate negro.
Ésa precisamente debe ser la mía, la de chocolate amargo, porque ahora tengo 43, una hipoteca a veinte años, un novio que me ha pedido matrimonio aunque que lo de formar una familia lo tiene descartado, una casa en propiedad reformada sin terminar (y ojo, que lo de no terminarse tiene pinta de ser definitivo) y un blog de decoración. No voy a seguir porque tendría que hablar de la mierda de carrera profesional. la ansiedad, las canas y el sobrepeso. Tampoco es cuestión de terminar llorando sobre el teclado.
Y como aquí hemos venido a hablar de mi libro y como introducción esto ha sobrepasado cualquier límite que pudiéramos haber considerado "decoroso", procedo a centrarme en el tema.
Just like that.
¿Por dónde empiezo? Pues por el final y por partes.
Ésta era mi casa antes de la reforma:
Y ésta es mi casa tras la reforma:
¿Qué os parece la distribución?
Antes la cocina estaba nada más entrar en la casa, a la izquierda. Inicialmente pensaba mantener la cocina ahí, tirando el tabique, como en la siguiente imagen:
Las medidas no son exactas, pero sí bastante aproximadas.¿Por qué me decanté por cambiar la cocina de sitio? El espacio del comedor junto a la pared me parecía estrecho e incómodo. No terminaba de convencerme. Además, la idea de cocinar mirando al exterior (tened en cuenta que no tengo vecinos justamente enfrente, así que hay mucha amplitud) me gustaba mucho. Sin embargo, la opción que he elegido tiene un contra importante: la columna en mitad de la isla. Corta totalmente el espacio de trabajo y me ha obligado a colocar el fregadero y la inducción en en lado derecho, con una separación de 60 cm. Con las medidas iniciales, la columna quedaba pegada al lado externo de la isla, pero cuando se pusieron a tirar paredes resultó que había un shunt y toda la cocina se desplazó hacia delante, lo que dejó la columna en mitad de la isla, pero le dio más espacio al baño de invitados, que iba a quedar chiquitín, con una ducha minúscula.
Todo tiene un coste cuando no eres Carrie Bradshaw.
También cambié la ubicación del dormitorio y el baño principal, porque la habitación la que está ahora tiene acceso a un pequeño patio interior que he llenado de plantas (los baños están donde estaban, he cambiado el uso y el tamaño).
Tened en cuenta que a mí no me importaba sacrificar un dormitorio porque estoy como una pasa por dentro y no espero tener más familia que mi pareja y las plantas, así que con dos dormitorios me valía, pero entiendo que haya personas para quienes no sea una opción.
¿Qué os parece el cambio? ¡Os leo!
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