Tengo que admitir que, en ocasiones, me resulta muy difícil abstraerme lo suficiente para saber si determinados elementos van a combinar entre sí o no o si el resultado se va a asemejar a la imagen que proyecta mi imaginación. Tanto es así que ahí sigue mi dormitorio sin tocar (se trata casi de un castigo de mi novio para que piense dos veces las cosas antes de comprar nada). Si tenéis el mismo problema que yo, tranquilizaos porque con Olioboard podréis hacer las composiciones que queráis sin necesidad de usar la tarjeta de crédito ni devolver lo que no os guste. Es una forma de asegurarse el resultado deseado. Se trata de una aplicación on line gratuita, que sólo requiere de hacerse una cuenta. Pero cuidado: ¡es adictiva! El que avisa no es traidor.
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