miércoles, 3 de julio de 2013

Dormitorio: "antes y después"

Cuando nos mudamos al piso sólo teníamos un cabecero malm de Ikea, nuestra cama -estupendísima- y ninguna idea de qué queríamos... Colocamos la cama debajo de la ventana, de forma que teníamos más espacio libre para hacer ejercicio, pero además de feo, es muy poco práctico cuando se trata de un patio interior: luz, ruidos y poca intimidad.

Intentamos "arreglarlo" en diferentes ocasiones, pero el resultado siempre era insatisfactorio. La idea era conseguir un espacio en el que hacer ejercicio y descansar, pero son dos conceptos opuestos que no fuimos capaces de  conciliar, así que nos replanteamos el uso que íbamos a darle a la habitación. Yo siempre he querido un rincón de lectura, que habíamos pensado ubicar en el cuarto de estudio, pero la zona de trabajo es más dinámica, con música, libros, más desorden visual... Hicimos algo que ahora parece obvio: dividimos las estancias según la intensidad de las actividades: zona de descanso y lectura en el dormitorio y la de trabajo y deporte en el cuarto de estudio. 

Como ya no tenía sentido esa distribución, comenzamos moviendo los muebles, pero no nos cabía el cabecero: parece mentira que sea el dormitorio de matrimonio. Durante un tiempo tuvimos unas sillas a modo de mesilla. Queríamos algo definitivo, pero no sabíamos qué. Pero en internet hallé mi musa casi sin querer.

¿Cómo surgió la idea? Vi unas mesillas en un blog: un cubo pivotante. Nos encantó la idea. No nos gusta que se vea nada por medio. Claro que es sólo el lugar del que salió la inspiración: nosotros creamos nuestro propio concepto con unas estanterías Malm de Ikea. No tiene mucho mérito, sólo necesitamos un poco de pegamento... Lo que sí tiene más intríngulis es hacer los cuatro agujeros en su sitio y conseguir colgar las dos estanterías a la vez. Menos mal que no depende de mí, porque habría dejado la pared como un queso gruyere

Éste fue el comienzo (Dormitorio: fase I). Una mesilla blanca sin más y la idea de crear una zona de lectura...


De la misma forma que nos pasó con las mesillas, surgió el resto de la habitación. Un día estábamos en Ikea echando un vistazo cuando vimos una lámpara de pie en oferta. Nos gustaba y pensamos que estaría muy bien para el rincón de lectura que queríamos en el dormitorio. Una vez en casa, las ideas comenzaron a surgir: luz indirecta, darle un poco de textura a la pared, gris, blanco, negro, una lámina impactante, un tocador... (Dormitorio: fase II

No todo surgió a la vez, claro, pero le dimos forma a la idea bastante rápido. Elegimos tres tonos de gris: uno claro para toda la habitación, uno medio para el hueco del cabecero y el más oscuro para los paneles de las mesillas. Para romper un poco pintamos el interior en rojo y elegimos unos cuadros, que todos reconoceréis de Ikea, que tuviera un motivo relacionado con el silencio.

El resultado nos encantó (Dormitorio: fase III). 


Pero sólo era la base, ahora quedaba pendiente el "rincón de lectura" y, cómo no, un tocador. Y éste llegó rápidamente gracias a unos descuentos en la tienda sueca por excelencia. Ya le tenía echado el ojo y me lo llevé sin pensarlo. Un espejo y unos focos hicieron el resto. Aunque el "rey" de la estancia no llegó hasta el pasado martes, ¿os acordáis?: mi querido, queridísimo novio -que una en estos casos debe olvidar todos los defectillos- me regaló una preciosa silla Louis Ghost de Philippe Starck (mi diseñador favorito).



Y por fin llegó el rincón de lectura, un poco más al gusto de mi novio que mío, con el sofá Klippan en polipiel blanca, sí, de Ikea (Dormitorio: fase V).



Así que aquí tenéis: "antes y después".



Todo un cambio, ¿no creéis?


11 comentarios:

  1. Cambio no... cambiazo! Parece ahora hasta más amplio. Me encanta!

    Aunque no coemnte mucho, que sepas que sigo por aquí y no me pierdo tus entradas, jejeje. Besos

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  2. Madre mía no parece el mismo!!! Me he quedado anonadada. Enhorabuena con el nuevo dormitorio me encanta excepto el sofá que no me termina de convencer demasiado como a ti.
    Besitos.

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    1. Gracias! Que conste que el sofá queda mono porque es así recto, pero no es lo más cómodo para leer, que era la idea... Yo quería poner un sillón de Ikea stockholm o incluso un chaise-longe, pero el tío erre que erre con el sofá y al final cedí (aunque era mi rincón de lectura y realmente debería haber elegido yo).

      Otra vez, gracias por pasarte y comentar

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  3. Anónimo25.9.13

    Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Gracias! Se me había escapado tu comentario.

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  4. Me encanta la combinación! Aunque yo le pondría algún toque desenfadado como un par de láminas con frases y mensajes o algun objeto que dé alegría. Un saludo y enhorabuena por la web!

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    1. Muchas gracias por el comentario. No queríamos algo sobrecargado, y nos gustan los espacios sin muchos accesorios. Además, la alegría nos la llevamos cuando el limpiar se limita a dos superficies lisas :P Un saludo!

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Me gustaría saber si el sofá vale comprarlo o si es malo

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    1. Hola Raúl. Nosotros en principio le hemos dado muy poco uso, es más un elemento decorativo. A mí personalmente no me parece muy cómodo, pero porque lo quería para leer y no tiene casi respaldo, así que no creo que te sirva de nada mi opinión. Un saludo.

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