Hay gente para todo. Sí, hay que admitirlo, ¿por qué no? Todos tenemos nuestras cosas. Hay quien hace listas, quien colecciona cromos, quien diseca insectos... Yo hago horarios. Sí, siempre estoy planeando, desde que tengo uso de razón. Cuando era pequeña, lo que más me gustaba del nuevo curso era planear mi horario de estudios. Y yo me pregunto, ¿qué fue de aquella niña meticulosa y aplicada? ¿Dónde narices está? Si alguien la ve, por favor, que me avise. Ahora paso el tiempo entre bizcochos, ensaladas, galletas... Bueno, hoy para variar he transplantado el perejil. ¡Menudo estropicio he organizado! ¡Pobre perejil!
Os cuento: I estaba de viaje de trabajo y siempre hago estas cosas (y con "cosas" me refiero a todo lo que tenga que ver con vegetales y donde no medie un cuchillo) con él, porque es muy apañadito, la verdad. Pero el perejil no aguantaba más en la huevera y he pensado "¡Qué demonios! Sólo se trata de transplantar perejil, no de levantar un muro de ladrillo". Seguro que el muro me habría quedado mejor. El caso es que todo ha ido bien hasta el momento en el que he tenido que regar: la tierra ha empezado a moverse y se han creado agujeros... ¡Un desastre! Mañana, con luz, actualizo el post y pongo alguna foto del perejil.
De resto, tengo un objetivo, a ver durante cuánto tiempo lo cumplo: tener la casa siempre como los chorros del oro. ¡Ay! Es que me encantaría que pudiera pasarse en cualquier momento alguien y tener la casa siempre perfecta, como en las películas. Además, mi abuela siempre decía que de casa siempre hay que salir con la cocina recogida, las camas hechas y la muda limpia. Hablando de abuelas y de lo que te dicen de pequeña, ¿habéis visitado el blog Cómo no ser una drama mamá? No sólo es graciosísimo, sino que además puedes llegar a sentirte muy identificada. Yo estoy esperando a ver si su madre le decía que "llorase en silencio", como hacía la mía. Los traumas infantiles son lo peor que hay. No habrá algún lector psicólogo que nos eche una manita, ¿verdad? :P
Pues os dejo para hacer mi horario y empezar a incumplirlo, porque ¡de ninguna manera puedo acostarme a estas horas! Ya sabéis, el cutis se resiente, y no estoy para que se resienta nada más en mi cuerpo.
Siento mucho no hablar de decoración, sino de plantas y comida, achacádselo a la crisis y a que haya dejado de trabajar :P No nos hemos olvidado de la casa, sólo que lo haremos un poco más despacio. Mientras, seguiré cultivando plantas aromáticas.
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